Si Los nombres propios fue un difícil retorno a la infancia, el deseo y las primeras escrituras de Héctor Hernández Montecinos a fines del siglo XX, Buenas noches luciérnagas es su ingreso ya de 19 años a un campo cultural feroz como el chileno y su posterior autoexilio a México a comienzos del XXI. Contra el amanecer es la continuación de esa vertiginosa y apasionada vida por toda Latinoamérica hasta pasados los 40 donde se cruzan las vanguardias, Hora Zero, el infrarrealismo, el neobarroco, las novísimas escrituras del continente con estallidos sociales, pandemias, el “fin del mundo”, a través de los ya conocidos materiales con los que trabaja el autor. En efecto, la trilogía Materiales para un ensayo de vida es una de las obras más originales sobre el presente de la literatura en el continente.