Nada se pierde, todo se transforma: acerca del devenir poético en la era digital
Nimes, Daniel. “Reseña bibliográfica: Luis Correa-Díaz, Novissima verba. Huellas digitales / electrónicas cibernéticas
en la poesía latinoamericana”. Estudios de Teoría Literaria. Revista digital: artes, letras y humanidades, noviembre de 2021, vol. 10, n° 23, pp. 246-248
Vivimos en la era tecnológica. Mientras nos anuncian que en breve saldrán a la venta los primeros autos voladores y que el turismo espacial ya es una realidad (para los millonarios, claro), ¿qué pasa con la poesía? ¿Dónde queda la pulsión poética, a todo esto? Con los sueños de la ciencia ficción ya cumplidos, ¿qué espacio queda para la palabra, para el acuciante deseo de la escritura poética? Del juego entre poesía y tecnología, poesía y espacios de la virtualidad –poesía, en fin, en la era que nos toca vivir–, Luis Correa-Díaz viene a ocuparse en Novissima verba. Huellas digitales / electrónicas cibernéticas en la poesía latinoamericana. Abordará una cuestión que, podríamos pensar, resulta crucial en nuestros tiempos actuales: ¿cómo ha variado el acto de escribir, el acto creativo, a partir de su vínculo con la tecnología? Incluso la crítica misma, nos indica Correa-Díaz, debería replantearse ciertos modos de abordaje para poder adecuarse a un vínculo que resulta, ya, ineludible. Según el crítico chileno, la literatura asociada a la tecnología –que a su vez entra en sintonía con los medios de comunicación– comienza a escaparse del vector de la literatura tradicional y ese movimiento, aunque pueda parecernos radicalmente novedoso, no deja de remitirnos a las vanguardias y a los conocidos avatares de la modernidad y la escritura.
El libro evita tanto ubicar a la computarización de la vida y la escritura como “panacea de lo fabuloso” como caer en una mirada apocalíptica acerca de la influencia de la tecnología sobre lo literario. En ese equilibrio que reconoce el avance de dos fuerzas inevitables –la tecnología y el deseo poético– se enfocará su análisis, centrado, en particular, sobre las literaturas latinoamericanas y españolas y que, además, incluirá al área peninsular portuguesa, con proyección hacia Brasil incluida.
Correa-Díaz admite la convivencia de dos culturas, la impresa y la digital y, como dijimos, deja de lado los posicionamientos apocalípticos respecto de la futura supremacía de la última. Pretende cerrar la brecha existente entre la producción artística vinculada a la tecnología (cada vez más amplia) y la producción crítica, no inexistente pero, según él, aún demasiado escasa. Estamos, se nos señala, en una etapa de transición o, acaso, de permanente adaptación a este nuevo vínculo entre creación y tecnología. Un vínculo que también requiere de una nueva crítica, o al menos de la adopción de parámetros de análisis más adecuados a una producción que no cesa de crecer. Una de las hipótesis fuertes del texto es que la cultura digital vendría a expandir y aumentar la calidad de lo literario. Por lo tanto, el libro se ocupará de analizar cómo ese valor literario que se le asigna al dueto creación/tecnología ha ido cambiando a través del tiempo.
Ya en el segundo capítulo, “Poesía digital / electrónica: definiciones, limitaciones, proyecciones… (una exploración)”, se propondrá la realización de un muestrario y el análisis de la emergencia y el desarrollo de la poesía digital o electrónica en América Latina. A partir del concepto de remedialization o remediación, de Jay David Bolter, se estudiarán los distintos momentos del vínculo que une la literatura con el mundo digital. Allí podrán identificarse tres etapas: una iniciática, de transformación y adaptación; una segunda más avanzada, con literatura nacida ya digital, y una etapa futura (con algunos anticipos ya concretos) de literatura cyborg (la producida enteramente por máquinas). Se situará, así, a las prácticas de la literatura latinoamericana dentro de un contexto global de pasaje de una cultura humanista a una posthumanista. A Correa-Díaz le interesa, como ya se ha señalado, no solo la evolución de la literatura sino también la de la crítica, en la que menciona percibir un cierto estancamiento.
Lo verdaderamente transformador, según se señala en Novissima verba, es el movimiento hacia fuera de sí misma que lo digital le permite realizar a la literatura. Puede, así, explorar las fronteras que la comunican con otras disciplinas –artísticas o no–. La literatura pasaría no solo a establecer vínculos con otros medios, sino –y acaso esto sea lo crucial– a absorber sus propiedades. Aquí podemos rescatar una breve pero clarificadora explicación del autor: la distinción entre la poesía digitalizada de la poesía verdaderamente digital. La primera correspondería simplemente a la poesía almacenada (en medios físicos o en la nube: podríamos llamarla la poesía “transcripta” hacia lo digital), la segunda es la que realmente se vale de los medios tecnológicos en el proceso de creación, una poesía cuyo propio lenguaje es indiscernible de la existencia y las posibilidades del mundo tecnológico-digital. De hecho, si pensamos en la historia de la poesía, siempre ha estado indiscerniblemente unida a las posibilidades de su creación y de su reproducción técnica (o tecnológica): desde la transmisión oral hasta el podcast poético (¿retorno a la oralidad?), la poesía ha sabido aprovecharse del medio como instrumento no solo de transmisión sino de creación: las formas han variado, se han adaptado, han cambiado acorde a la capacidad y a las posibilidades que el instrumento mismo de creación y reproducción le ha brindado, ya fuera la memoria del poeta-vate, la impresión en papel o las infinitas combinaciones de hiperlinks, imágenes, videos y algoritmos en la era digital.
El tercer capítulo, “Ciber-poesía (todavía) in print… –o la página fue siempre una pantalla”, pone el foco, como indicamos al comienzo, en correrse del lugar apocalíptico sobre la posible desaparición del libro en papel, para señalar que los libros no desaparecerán, sino que serán (o, mejor dicho, seguirán siendo) afectados por las nuevas tecnologías. El autor se ocupa aquí de rastrear la historia y evolución de esa “afectación”, a través del análisis de diversos textos. En conclusión, plantea Correa-Díaz, estamos inmersos en la época de las pantallas y no debemos olvidar que la página fue siempre una pantalla, la pantalla sigue siendo una página y el lenguaje una herramienta para ver.
Ya en el cuarto capítulo, “Del poema as we (used to) know it al poema animado y el lugar del texto (remediaciones)” se analizará cómo las estrategias notextuales, digitales, reconfiguran los objetos/productos culturales del pasado y, al hacerlo, producen una nueva forma artística. Se retomará así el concepto mencionado de “remediación” (una de sus definiciones: la representación de un medio en otro) y se repasarán, asimismo, distintos estadíos del vínculo entre poesía y tecnología, una vez más señalando las diferencias entre los diversos usos y aprovechamientos de los medios digitales: poemas solo digitalizados, sin mayores intervenciones; poemas intervenidos con algún grado de vínculo hipertextual, interactivo y, finalmente, el desarrollo más sofisticado: el poema verdaderamente digital, en el que, si se trata de poemas ajenos, hallamos de todas formas una reinterpretación que puede, incluso, no coincidir con los lineamientos del propio autor o autora original. Por supuesto, serán estos últimos los que verdaderamente demanden la necesidad de repensar nuevos lineamientos crítico-conceptuales en su abordaje: Novissima verba constituye una apertura en ese camino.
En el capítulo 5, “De los poemarios impresos a los e-books virtuales en una cultura digimoderna (remediaciones 2)”, se continuará el análisis acerca de los procesos de remediación como episteme y herramienta teórico-crítica: gracias a ella es que podemos entender, como propone el texto, nuestro estar en una “doble vida”, en la que participamos tanto de la cultura impresa como de la cibernética, junto con su giro digitalizador y posthumano. Este doble estar no es único en su género: siempre estamos entre dos culturas, indica el autor. Es que estar en transición, acaso, sea siempre nuestro estar. El estado permanentemente transicional de la poesía, de la literatura es, tal vez, su marca de fuego: es en las transiciones donde se produce la literatura, en las diferencias, en las búsquedas permanentes que no dejan de preguntarse no solo acerca del contenido, sino también de la forma, donde la literatura encuentra su goce, su realización última y su renovación constante.
Finalmente, el libro incluye un interesante (y muy amplio) muestrario crítico-analítico de poesía electrónica y/o digital. Este apartado contiene, además de los textos e imágenes en sí, también notas biográficas, descripción y contexto de las obras, una “e-poética” de las producciones y una bibliografía mínima sugerida que servirá a quienes lean Novissima verba como un territorio de apertura para nuevas búsquedas e indagaciones. Correa-Díaz ha logrado aquí un libro al que podríamos calificar como necesario: se constituye como un llamado de atención –tanto para quienes transitan solo como lectores el género poético como para quienes ejercen la crítica literaria–, acerca de los procesos de transformaciones vigentes en los modos de circulación, de lectura y, sobre todas las cosas, como ya hemos dicho, de la producción de ese siempre inasible objeto, la poesía.